miércoles, 19 de octubre de 2011

MI POBRE PAÍS BURLADO


PRIMERA PARTE
"El que me engaña una vez, tonto es; si me engaña dos, tonto yo" (Dicho popular)

Juan Pablo Duarte consideraba a la Política, como la ciencia más noble, después de la Filosofía. Tanto una como otra resultan ultrajadas por la mentira y la falsedad, En la República Dominicana, la política, como ciencia y arte, no existe; lo que existe es la politiquería asquerosa, tramposa, inmoral y vergonzante. Todos estos adjetivos, realmente no son aplicables únicamente a nuestro país; pero lo que sí se puede aseverar es que mientras la mayoría de los países de la región están fijando posiciones para superar estados de cosas similares a los que padecemos los dominicanos, nos encontramos encallados en el pasado; nos encontramos en un círulo vicioso que hace peligrar el futuro de nuestras descendencias.Frustración, cuando no se ve ningún indicio de esperanza en el firmamento político actual. es lo que nos embarga.
Lo más probable, al leer éste artículo, es que me califiquen de fatalista, tremendista o pesimista; sin embargo, no soy nada de eso. Que hable la Historia Dominicana, que no es más que la historia de las frustraciones por engaños, dictaduras, oportunismos, caudillismos, traiciones y burlas. La generación de dominicanos que estamos viviendo aún desde el ajusticiamiento a Trujillo, no debemos poner en duda lo cierto de mi aseveración. Pero la historia recoge similares aberraciones sociales, desde que el Cacique Guacanagarix, sumiso al español,  se alió a éste para dominar los cacicazgos vecinos (1). Después de cada una de nuestras luchas emancipadoras, el oportunismo y la traición estuvieron presentes: en las guerras de Independencia de 1844 (contra Haití) y 1863 (contra España), en la resistencia patriótica a los invasores yanquis en 1916 y 1965, por mencionar sólo unos casos.

La larga dictadura militar de Trujillo, formado por los invasores de 1916-1924, fue la máxima expresión del autoritarismo y el totalitarismo de nuestra vida republicana, período durante el cual la sociedad dominicana fue transformandose en sentido negativo, pues aprendió a vivir sin autoestima gracias a la práctica del culto a la personalidad impuesta por los adulones de Trujillo; conoció, mejor que nunca, el miedo al poder militar; se apoderó de la sociedad un conformismo que le impedía reclamar derechos (aunque no los conocía), pero sí a cumplir deberes impuestos arbitrariamente por la dictadura. Así pudimos ver, tal vez con la mayor naturalidad, cómo caían patriotas en Constanza, Maimón y Estero Hondo, durante la lucha de los expedicionarios del 14 de junio de 1959, cuando la ignorancia llevó a una campesina a matar, traicioneramente, a un combatiente con una mano de pilón (2).

Al desaparecer la dictadura, se sucedieron acontecimientos que eran la expresión del vacío de poder y la pugna de grupos oligarcas por dominar la situación. Al final, se logró conformar un Consejo de Estado que organizaría las primeras elecciones libres en tres décadas. Como se ve, nacía una esperanza, pues regresaron todos los exiliados, entre ellos, el más prominente, el profesor Juan Bosch, al frente del Partido Revolucionario Dominicano, que fundara en el año 1939 en La Habana, Cuba. Las esperanzas se avivaron más, cuando Juan Bosch se puso en contacto con la población, mediante charlas radiales diarias, pero también en recorridos por todo el país. En pocos días cautivó a la población, lo cual le aseguró el triunfo en las elecciones del año 1962. Inició su gobierno el 27 de febrero de 1963.

La situación de transición encontró al país sin fondos públicos, pero sin embargo con una estructura económica sólida, dado que todos los bienes que figuraban en el patrimonio personal de Trujillo, pasaron a manos del Estado. Tal patrimonio estaba compuesto por la Azucarera Haina (hoy el inoperante Consejo Estatal del Azucar), con 12 centrales azucareros y divisiones de ganadería y melazas, además, más de 40 empresas industriales y de servicios, incluídas una línea aérea y una compañía de seguros. Como se puede ver, el país estaba preparado para reponerse mediante la producción de bienes y servicios, al tiempo que la estructura industrial le permitía sustituír importaciones. Tan prometedor panorama, pronto se nublaría.

A pesar de que Juan Bosch, en su primer discurso al retornar al país, insistía en que había que matar el miedo que nació y se desarrolló durante la dictadura, las fuerzas oscuras del trujillismo sin Trujillo, se empeñaban en mantener vivo el miedo. Estábamos a un tris de la primera gran frustración post dictadura. La Iglesia Católica, que de trujillista se había tornado anti trujillista en los dos últimos años de la dictadura, se volvió a tornar trujillista y combinó su discurso anti democrático con el de la oligarquía trujillista. El poder militar seguía siendo trujillista e hizo su trabajo para los oligarcas: derrocaron al sietemesino gobierno democrático. Las consecuencias de ese golpe, incluída la invasión extranjera para evitar reponer al gobierno derrocado, aún hoy pesan sobremanera. ¿No es eso motivo de frustración?.

Joaquín Balaguer, agazapado durante toda la dictadura, esperando pacientemente dar el zarpazo, (ya lo había intentado cuando quedó al frente del país tras la muerte del dictador; pero la población lo rechazó y se fue al exilio), reaparece en escena. De nuevo en el poder impuesto por los invasores, llevó a cabo su papel de "tirano ilustrado"; democratizó la corrupción, pues ya ésta no era exclusiva de un caudillo, la persecución política ya no se llevaba a cabo bajo la sombra, sino a la vista de todo el mundo; a la vista de los familiares de las víctimas. Volvieron por sus fueros los políticos adulones y reapareció el culto a la personalidad, el clientelismo político, el nepotismo, el tráfico de influencias, los fraudes electorales y el militarismo amedrentador y criminal.

Durante la dictadura de Balaguer, las todavía vivas esperanzas puestas en el liderazgo opositor, se vieronafectadas por errores estratégicos, por las divisiones y por la caída en combate del que fuera líder militar de la Resistencia al invasor de
1965, Francisco Caamaño. La mano invisible, pero latente, del invasor aún estaba activa y fue artífice de las divisiones y las traiciones dentro de las filas del Partido Revolucionario Dominicano, lo cual dió origen al hoy gobernante Partido de la Liberación Dominicana. Así pudimos ver cómo caían caretas y, en medio de tal caos, ya era dificil saber cuáles eran los líderes auténticos. La población tiene que ver, con asombro, cómo su principal líder opositor deja el partido que él mismo fundara y lo llevarta a la apresidencia. el pueblo dominicano no estaba en capacidad de entender por qué dió ese paso, por lo que prefirió mantener el apoyo al PRD y a su nuevo líder máximo José Francisco Peña Gómez, su principal discípulo. Bosch fue víctima de una campaña de escrédito y estigmatizado como un político incapaz, temperamental y traidor. ¿No es para frustrarse?.

Sin embargo, no moría la esperanza. salir de Balaguer era una necesidad. Con la consigna "El Partido de la Esperanza Nacional", más el apoyo de la población debido a la urgencia por salir de un gobierno represor y corrupto, el PRD accede al poder, no sin que se originasen conflictos en las elecciones, por la patológica costubre del fraude electoral que caracterizaba a Balaguer. Se salió de Balaguer, aunque su Partido Reformista dominó el Senado, lo cual no era obstáculo para llevar a cabo sustanciales cambios en la estructura del Estado, poner freno a la corrupción, acabar con la represión y volver a matar el miedo.

Continuará...

Notas:
 (1) En nuestro país, cuando alquien se siente disminuído frente a un extranjero, se dice que padece del "complejo de Guacanagarix"
(2) Mano de pilón: mazo de madera alargado y redondeado en los extremos para majar granos como el café o el arroz.