martes, 3 de marzo de 2009

NUESTROS ESCRIBAS Y FARISEOS (Final)



Ya escribí "HIPOCRESIA POR DOQUIER" el 23 de agosto del 2008. Como es una realidad omnipresente, se nos manifiesta diariamente, en cualquier circunstancia, en cualquier estamento, en las actitudes y discursos de "importantes personalidades" como el más refinado fariseísmo. Se nos manifiesta agazapada en los medios de comunicación y en las leyes que redactan los modernos escribas. Es importante que los ciudadanos estén en capacidad de identificar la hipocresía cotidiana; esa que está a la vista, así como la que practican quienes, encubiertos por unos finos modales y esmerada educación, nos cautivan con la palabra rebuscada, pero envenada y traicionera, complementándola con limosnas ofensivas a la dignidad humana. Todo en nombre de una supuesta democracia y hasta en nombre de Jesús, bendecidos por la jerarquía cristiana, cómplice permanente desde el mismo momento que Cristo dejó La Tierra.



Mi problema no es con Dios ni con Jesús; tampoco con el cristianismo como doctrina. Todo lo contrario: el cristianismo es moral y ético; coherente y humano. El problema está en la cúpula romana y en los altos estamentos protestantes. Las iglesias, como los partidos políticos, tienen una masa que constituye la base. Esa base, en ambos casos, son "pastoreados" como ovejas inofensivas. La diferencia entre oveja y ser humano la sabemos: a las ovejas no hay que convencerlas de nada, al ser humano sí; las ovejas son mansas por naturaleza; el ser humano reacciona. Sin embargo, a pesar de reaccionar, se le puede domar como a las ovejas o al caballo impetuoso. Sea mediante el recurso de infundir miedo, sojuzgarlo o engañarlo, se logra la dominación, la alienación de la conciencia.


La concepción por parte de la clase dominante de los métodos más eficaces para llevar a cabo sus propósitos, encontró en el mismo conocimiento que desarrollan el pensamiento y la experiencia, el recurso ideal: negar la posibilidad de que conocimientos y experiencias se masifiquen; asegurarse de que no lleguen al individuo en toda su mangnitud; que se queden en esa élite dominante; en otras palabras, negar o limitar al máximo la educación a quienes quieren dominar. El ordenamiento de la vida social, las leyes que regirán y las reglas de convivencia y participación en las riquezas, son atribuciones exclusivas de dicha élite. Se trata de una segregación en función de categorías subjetivas (rangos, clases, alcurnia o linaje; términos contrapuestos a plebeyo, chusma, vulgo, Etc.). El privilegio de accesar a los conocimientos está distribuído con premeditación diabólica entre las élites compuesta por El Capital, El Estado (clase política), y El Clero (en conjunto, Los Fariseos). En favor de dicho conjunto, existen super estructuras diseñadas para dar apoyo logístico: Prensa, Fuerzas Armadas, industria del espectáculo, sistema educativo deficiente, Etc., (conjunto de Los Escribas).


Llama la atención que, enfrentando Jesús a escribas y fariseos de su época, quedando ésto plasmado en en Nuevo Testamento, el fariseísmo sea practicado por muchos, en gran cantidad, de manera institucional, por quienes predican su palabra. Los fariseos modernos están supuestos a ser los capitalistas; pero, parece ser que, tras la partidad de Cristo, los fariseos de aquella época ejercieron el poder económico para amedrentar, ante el mensaje de Cristo: "Por tanto, mirad, yo os envío profetas, sabios y escribas; de ellos, a unos mataréis y crucificaréis y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad...".


La transcripción que hice del Apóstol Mateo, en la entrega anterior, no tiene dificultad ninguna para entenderla y cotejarla con las conductas de nuestros capitalistas, políticos, periodistas, juristas y clérigos; conductas generalizadas, en algunos países, con cierta moderación; en otros, con gran exageración y en muy pocos se lucha seriamente por erradicarlas. Lo lamenetable es, que a nivel de la población común y corriente, dichas conductas se están convirtiendo en una especie de modelo a seguir, tornándose la lucha por contrarrestarlas mucho más difícil.


En el mundo actual, el cual ha llegado a un punto en el trayecto de la vida humana, animal, vegetal y ambiental, que con urgencia amerita de esfuerzos combinados de la inteligencia humana para intentar revertir parte de lo dañado en dicho trayecto, la hipocresía, en lugar de disminuír ante la seriedad de los problemas actuales, crece con implacable indolencia e insolencia. Ante la crisis global, se han estado adoptando posiciones por parte de líderes tradicionalmente conservadores o tímidamente liberales, en favor de cambios en los ámbitos político, económico y social, ante la incertidumbre del desenlace de dicha crisis, no sólo en cuanto al "cuando", sino también en cuanto al "cómo". Hay una guerra de teorías por parte de los economistas; se nota una desesperación en el ala conservadora por explicar causas y efectos que van variando en la medida que van fracasando las medidas que se toman. Hasta en esos casos está presente la hipocresís de los modernos fariseos.

En nuestro país, con riquezas aparentemente inagotables (toda la vida ha sido saqueado y todavía queda para sostenernos ante la crisis), es indispensable, siempre que la voluntad política se imponga,
una definición responsable e inquebrantable para enfrentar los grandes retos. Responsable, porque las medidas no deben quedarse enunciadas en sonoros discursos; inquebrantable, porque, una vez tomadas medidas funcionales, no deben cesar ante presiones de intereses egoístas que siempre estarán dispuestos a sacar máximos beneficios a la crisis. Hay que tener cuidado con posiciones coyunturales, detectar la hipocresía en cada discurso, pronunciamiento o medida, porque: "Los escribas y fariseos están sentados en la cátedra de Moisés. Así que, todo lo que os digan, hacedlo y guardadlo;pero no hagáis según sus obras, porque ellos dicen y no hacen."

Próxima entrega: ¿Fidel con Leonel o Leonel Vs. Fidel?