domingo, 16 de noviembre de 2008

JUAN BOSCH ARÓ EN EL MAR - La apertura del PLD (Parte final)



"El objetivo del PLD, es completar la obra de Juan Pablo Duarte"


Una doctrina emana del pensamiento filosófico forjado en la experiencia; un pensamiento elaborado por la observación y el análisis del comportamiento social, que permite llegar a conclusiones en las que el razonamiento lógico y la coherencia permitan la aceptación y la viabilidad de su aplicación práctica. Una doctrina social tiene que estar fundamentada en sentimientos auténticamente nobles y sinceros. En política, es el soporte filosófico producto del pensamiento de un líder, por lo regular visionario. Una organización política no puede adoptar una doctrina a la cual, en algún momento de la dinámica política, social o económica , tenga que abjurar. Esto ocurre constantemente en la práctica política, a pesar de que hay doctrinas previsorias, visionarias, que las hacen flexibles para adaptarse a nuevas situaciones sin dañar los principios filosóficos, éticos y morales; sin dañar la esencia. Pero aparecen doctrinas malsanas, basadas en postulados que proponen un marco expedito para lograr objetivos de sectores con vocación de dominación; se trata de élites sociales que actúan en la practica, desprovistos de escrúpulos y sentimientos. Contra esas doctrinas es que hay que luchar.

El PLD adoptó, con gran entusiasmo, el boschismo como su plataforma doctrinaria, lo cual debió significar un paso cualitativo de mucha importancia. Ningún otro político dominicano había acumulado, sin proponérselo o proponiéndoselo, un conjunto de cualidades en los órdenes político, social, literario, humanista y pedagógico, como para consolidarlas en una doctrina. Cuando el PLD tomó esa decisión, asumia un compromiso sagrado con el Pueblo de Juan Bosch. Para cuando esto ocurrió, ya Bosch estaba prácticamente en la postrimería de su dilatada carrera política; ya el PLD era adulto, maduro; con suficiente historia y suficiente capital humano de una sólida conciencia del compromiso que significaba aplicar la doctrina partidaria.

LA APERTURA DEL PLD

"¿Servir al Partido, para servir al Pueblo?"

Cuando escuché el planteamiento de la apertura, lo entendí como un cambio de estrategia ante tantos fracasos electorales; entendí necesaria la apertura por lo que significaban los adversarios: tramposos, vulgares e inescrupulosos. Consideré un error haber presentado a Bosch como candidato en 1994; tanto por razones de edad, como por simple sentido común. Esta decisión suponía un fracaso anunciado si se tomaba en cuenta la estigmatización de la figura del ex presidente de que era un perdedor consuetidinario, per se, lo cual alejaría considerablementa la votación de los resultados de 1990. Pero ocurre que esto, al mismo tiempo, daría la justificación ideal para proponer la apertura.

Cuando el profesor ha entrado en una etapa de deterioro de sus facultades, cosa normal en la senilidad, daba la impresión de que "le habían sacado el jugo", lo sobre utilizaron hasta el grado de exponerlo al ridículo ante la población y el mundo, para jactancia de Balaguer y el PRD. Esta coyuntura fue espacio propicio para emerger la figura de Leonel Fernández, como candidato a la vice presidencia. La apertura se llevó de paro a Vanguardia del Pueblo, pues ya no se compadecía con el nuevo discurso; se llevó de paro los Círculos de Estudio, pues el populismo no requiere de enseñanzas, sino de pusilánimes e ignorantes seguidores; no de dirigentes honestos y líderes ejemplares, sino de oportunistas y simuladores. Los conceptos de "ética", "moral" y "mística" ya lucen obsoletos y, de hecho, los consideran inadecuados para las circunstancias actuales; sin embargo, cuando conviene, los desempolvan para fines de imagen.

¿Qué trajo consigo la apertura?. Trajo todo lo que niega el pensamiento boschista: Fondo Monetario Internacional, neoliberalismo expresado en las privatizaciones y los TLC, impunidad para la corrupción del pasado con continuidad en el presente; una simbiosis de balaguerismo y peledeísmo que prefiere llamar a Balaguer Padre de la Democracia, en desconocimiento de la obra de Juan Bosch; trajo, además, el clientelismo, la hipocresía en política internacional, si recordamos que llegó a plantearse la afiliación a la Internacional Socialista, una clara negación al pensamiento boschista; pero se ha llevado a cabo una política ambivalente con relación a la integración de Latino América; trajo favoritismo de diversa índole, con énfasis en la complacencia hacia la clase empresarial, con tímidas acciones en favor de los desposeídos. Y pensar que el PLD aún mantiene su lema: "Servir al Partido, para servir al Pueblo". ¿Qué se ha hecho la "corriente boschista?, ¿ha sido neutralizada?. Debieron actuar desde el preciso momento que se afloraban las apetencias. Quizás sea muy tarde para articular discursos que debieron pronunciarse cuando comenzaban a flojarse las cuerdas que ataban a los demonios. Lo que duele es que puede volver el PRD.

En política, el daño que se le hace a los Pueblos puede repararse; lo que no tiene reparación posible es el daño que se hace el que daña. Por eso esa actividad humana, para ejercerla en su verdadera dimensión, requiere de seriedad. No hay recursos como subterfugios, poses ni simulaciones que no se reviertan luego en contra de quienes los practican. En la Historia sólo se quedan en buen sitial los que así lo merecen; eso lo deciden los propios Pueblos en la búsqueda constante de la Justicia. Es necesario destacar que el boschismo no se está aplicando, para que, en el futuro, los detractores de siempre, no puedan decir que el boschismo fracasó.

BOSCH Y EL PATRIOTISMO

"El que no vive para servir, no sirve para vivir"

¿Cuán cómoda hubiese sido la vida para Bosch si, en lugar de dedicarla a tan dificil tarea de enseñar, de lidiar en la vorágine política en la forma que lo hizo, hubiese servido a Trujillo, se hubiese puesto al servicio de la CIA o bien hubiese escalado posiciones diplomáticas como, por ejemplo, Secretario General de la ONU o la OEA?. No cabe duda que no le habría ido mal, desde el punto de vista económico. Y es que es muy diferente servir para vivir que vivir para servir, para utilizar la propia frase de Bosch; pasar por la vida no es lo mismo que vivirla intensamente en permanente actividad social, produciendo obras literarias en todos los campos del saber; textos pedagógicos, no sólo para su Pueblo, sino para otros de Nuestra América.

Eugenio María de Hostos incidió mucho en la vida de Juan Bosch; tanto, que llegó a decir después de recopilar las obras de Hostos, su vida dió un cambio significativo, pues fue entonces que conoció a Hostos. Pero al margen de esto, pueden establecerse paralelismos sorprendentes: Hostos y Bosch, educadores; Hostos y Bosch, humanistas; Hostos y Bosch, sembradores; Hostos y Bosch, anti imperialistas; Hostos y Bosch, en cierta forma, connacionales (la madre de Bosch era de Borínquen); Hostos y Bosch, combatidos por la Iglesia Católica. Un paralelismo une a todos los libertadores: Duarte, Bolívar, Martí, San Martín, Miranda y todos los libertadores de nuestros países, han luchado para que traidores se lucren de los resultados. La lucha es dura, pero tiene que haber un mejor destino que sirva de desagravio a todos nuestros héroes y mártires.

LA DESPEDIDA DE BOSCH

"Siento que he arado en el mar"

Enfermo del alma, cansado y abatido, decidió despedirse de la política. Lo hizo con honestidad; con la misma que vivió y luchó, emulando a la figura de nuestra historia que le inspiró: Eugenio María de Hostos, el Sembrador; que sin ser dominicano de nacimiento, amó a esta Patria y en ella murió justamente cuando muchos de sus discípulos se enfrentaban en sangrienta lucha por el poder político.

El primer artículo lo inicié recordando mi primera impresión sobre Bosch, en año tan lejano como 1962; el segundo lo inicié recordando su discurso de juramentación. Este lo termino recordando el que pronunció al despedirse de la política, tras el penoso papel en las elecciones de 1994; sólo una frase de aquel discurso citaré: "SIENTO QUE HE ARADO EN EL MAR". Otro paralelismo con Hostos.



JUAN BOSCH ARÓ EN EL MAR - Etapa crucial y liderazgo tortuoso (2da. parte)

"No me arrodillo ni ante Washington ni ante Moscú"


Recuerdo el día que juró la Presidencia, cuando tuvo que repetirle a Lindon B. Johnson, traducido al inglés, la parte final de su discurso: "Mientras nosotros gobernemos, en la República Dominicana no perecerá la libertad". Me imagino que el enviado de John F. Kennedy, su vice presidente, se burlaría en en su interior. El mismo gobierno que representaba, mataría la libertad siete meses después e invadiría nuestro país dos años y dos meses más tarde. Su liderazgo inició una marcha tortuosa desde antes del golpe. La Iglesia Católica fue implacable. Otro sacerdote salió a escena, esta vez un capellán de nombre Marcial Silva; con una constante acusación de comunista y ateo, encabezó una campaña mediante un movimiento llamada "De Reafirmación Cristiana", mientras por otro lado, empleados públicos de algunas dependencias, con protagonismo principal de los maestros, encabezaron protestas ante la austeridad que quiso llevar a cabo el nuevo gobierno. Al mismo tiempo, también se fraguaban acciones golpistas en el seno de las Fuerzas Armadas. Bosch fue derrocado.

El imperio se propuso impedir su ascenso al poder, lo cual sólo cesaría con su desaparición física. Por eso la intervención; por eso la guerra. Esto fue entendido así por un grupo de dirigentes perredeístas que no estaban dispuestos a seguirlo en esas condiciones. Aunque se ha hablado mucho de las verdaderas causas de la división del PRD, yo reduzco esos motivos a tan simple explicación. La Guerra Patria, en vez de unificar, dividió. Se cuestionó el papel desempeñado por Bosch en momento tan importante; se cuestionó que no viniera y que se negociara. Para ésto también tengo una simple explicación: no era posible ganar la guerra al producirse la intervención y ante la imposibilidad de llevar la guerra a todo el país. Las fuerzas constitucionalistas estaban rodeadas y de espalda al mar, por lo que podían rendirse por falta de comida, municiones y ayuda internacional.

Si tortuoso fue su liderazgo en el PRD post Guerra Patria, no menos lo fue a partir de la fundación del Partido de la Liberación Dominicana. A pesar de contar con un nuevo partido, basado en principios, con su mística y estructura muy peculiares, su liderazgo pedagógico tenía que enfrentar, a lo externo, los embates de los resentimientos y, a lo interno, sabiendo que estaba rodeado de la pequeña burguesía, las disidencias y las soterradas ambiciones contenidas, con su carga de oportunismo; de ese oportunismo que da el golpe en los momentos de grandes definiciones.

Su vasta producción literaria fue material de texto para los Círculos de Estudio. Analfabetas funcionales se superaron intelectualmente al participar en los Círculos en igualdad de condiciones con letrados y profesionales de las diversas ramas. Era asombroso ver cómo tantos profesionales dejaban al descubierto su ignorancia en materia de política y sociedad al participar en los círculos. Pero además, la práctica de la moral era un requisito sagrado: se sancionaba la vida licenciosa; un peledeísta tenía que ser ejemplo de moral en su vida privada. Y todos esos requisitos eran ideas de Juan Bosch porque así concibió al partido. Hasta la forma de hacer congregaciones de masas fue una novedad. Vimos cómo después de cada actividad en un lugar público, el área quedaba tan limpia, que no parecía que se hubiese realizado actividad alguna. Todos esos ejemplos, calaron en la sociedad dominicana.

El periódico Vanguardia del Pueblo, fue lectura obligada hasta de los más enconados adversarios. Su diseño y forma de distribución alentaban su lectura, y rompió récord de circulación cuando publicó dos números especiales titulados "El Album de la Corrupción" durante los gobiernos del PRD 1978-1986. Sin embargo, todos estos esfuerzos no fueron suficientes, todavía, para conquistar el poder en 1986. La decepción del Pueblo ante los dos gobiernos del PRD, se reflejó más en la elección de Joaquín Balaguer, quien capitalizó la situación por los desastres del PRD, pero también azuzando por lo bajo contra el PLD, mientras al PLD se le acusaba de adversar sólo a ése partido, dejando intacto al PRSC. Bosch decía que no se podía pelear en dos frentes, confió en esa estrategia y le falló. Fue necesario soportar cuatro años más de Balaguer.

Los perredeístas pretenden destacar los ataques de Bosch a Peña Gómez. Si bien es cierto que Bosch usó términos muy fuertes contra su ex discípulo, lo cual no compartí nunca, no menos cierto es que razones de mucho peso debió tener Bosch para hacerlo. Es un tema del cual se ha hablado mucho, pero creo que sólo Bosch y Peña sabían los motivos, pues antes de los epítetos fuertes por parte de Bosch, se veía claramente que las causas eran puramente políticas. Pero quieren que se olviden las campañas sucias contra Bosch, no precisamente como respuesta a los ataques a Peña, sino atendiendo más bien a una estrategia sistemática tripartita: balaguerismo, perredeísmo e imperialismo.

Con una votación ascendente desde su primera participación en elecciones, fue puntero el PLD en todas las encuestas para las elecciones del año 1990. Soy testigo de muchos perredeístas que dieron sus votos al PLD, algunos convencidos por mí en mi centro de trabajo. El entusiasmo para esa ocasión no podía ser mayor. El Pueblo se ilusionó tanto, que el recuerdo del gobierno de siete meses se apoderó del segmento de la población que lo vivió. He aquí, en esta coyuntura histórica, cuando se activa la estrategia tripartita: "recuerden que hay que cumplir con lo que se propuso el imperio mientras Bosch viva". SE CONSUMO EL FRAUDE COLOSAL.

No importó que para mayo de 1990, ya estaba en proceso el desmembramiento de la URSS; que estábamos acudiendo a una supuesta "muerte de las ideas". Le temieron mucho a la terquedad de Juan Bosch, quien en una ocasión, aún ubicado en la democracia tradicional latino americana de los años 60, fue compelido por el Departamento de Estado de EU a que se definiera, pues parece que no quedaron convencidos después del debate con Láutico García, a lo cual Bosch contestó: "no me arrodillo ni ante Washington, ni ante Moscú".

Ultima entrega: La apertura del PLD.