domingo, 25 de mayo de 2008

LOS PELIGROS QUE NOS ASECHAN

 

Tío Sam de J. M. Flagg reclutando soldados para la Primera Guerra Mundial y Segunda Guerra Mundial.

Nunca antes se habían combinado tantas crisis a la vez. En este momento especial que vive la humanidad, podemos ver que se han presentado al mismo tiempo crisis diferentes, pero de alguna manera relacionadas todas entre  sí. Tenemos crisis económica, ecológica, de alimentos, energética, de valores y  migratoria. Todas ellas provocan crisis política, social y humanitaria. Como, repito, nunca se habían presentado al mismo tiempo, significan un real peligro para las sociedades. Hay agravantes que preocupan y ensanchan los peligros para la vida humana, pero lo más cierto es que, aparentemente, las soluciones no están a la vista; no se sabe a ciencia cierta cuáles son las salidas que se encontrarán.

Antes de presentarse esta secuela de problemas, los países que se comprometieron con las metas del milenio, para un año tan próximo como el 2015, no podían garantizar alcanzarlas. Hoy, no sólo tendrán que variar los planes, sino que muchos ya ni lo intentarán. Cuando la ONU se trazó esos planes, parece que se ignoraba la intransigencia permanente de las grandes potencias para obstaculizar todo lo que se propongan los países del Tercer Mundo. Reducir la pobreza, el analfabetismo, los gases invernadero o las violaciones a los derechos humanos, son temas que las potencias manejan a sus maneras, con la doble moral ya conocida.

Precisamente, por la actitud de las potencias, principalmente la de la más poderosa, los problemas se agravarán más, en lugar de, aunque sea, paliarse un poco. Y es que cada día es mayor la arrogancia; cada día es mayor la prepotencia; mayor las agresiones y mayor la política sucia e irrespetuosa. Es en esta nueva actitud asumida a partir del 11 de septiembre del 2001, donde recide el peligro que nos asecha.

En el pasado, específicamente durante la Guerra Fría, la política también tuvo sus grandes matices de suciedad, aunque de vez en cuando se áctuaba dentro de la diplomacia. Hoy, el imperio ha llegado a un punto en el que la diplomacia está totalmente desechada y se ha optado por una vía más directa de decir y hacer las cosas. Ya no se disfrazan las pretenciones de dominación: la modalidad de dividir países ha sido retomada (hay que recordar las dos Corea, los dos Vietnam y la creación de Panamá en detrimento de Colombia), hemos visto la desintegración de Yugoslavia y más recientemente en Serbia, la sececión de Kosovo; lo que ocurre en Bolivia y en Tibet, no es casualidad, como lo mismo, en su momento, se ha esbozado en Venezuela y Ecuador.

Por otra parte, se ha endurecido más la política de EU hacia Cuba. El Plan Bush no contempla derrocar al régimen cubano para que continúe la República, sino para anexionar el territorio a EU, es decir, nombrar un gobernador, el cual ya ha sido nombrado de manera anticipada: Carlos Gutierrez, actual secretario de comercio.

Como tienen que asegurarse de no perder América Latina, se reactiva la Cuarta Flota que operó en el Atlántico Sur hasta la década de los 50, pero además necesita una reedición de Israel;  Alvaro Uribe es el pié de amigo para este proyecto macabro. Por eso hay que estar preparados para lo peor, sin que esto sea una expresión alarmista. El imperio se ha redefinido de tal manera, que han creado su famosa "ley patriótica" como el instrumento que le permitirá incursionar en las intimidades de los ciudadanos, al estilo del más puro nazismo. Escribir en la internet o hablar por teléfono en contra del imperio, así como viajar a los países del "eje del mal", serán peligros reales. En otras palabras, los imperialistas han decidido ser más drásticos de lo que han sido hasta ahora, a toda costa.

Para los países que no se han definido con claridad ante la actual coyuntura, los peligros también les asechan, pues no se puede olvidar aquella frase prepotente de George Bush: "O con nosotros, o contra nosotros". Quiere decir que no se aceptan ambivalencias, por lo cual cada país, en función de la región en que esté ubicado y del nivel de conflictos en que se encuentre su región, tendrá que definirse con claridad, poniéndolos en posiciones incómodas ante los demás países de sus respectivas regiones, pero también ante el imperio. Pero no debe caber la menor duda que aparecerán líderes que se prestarán para "cabeza de playa", como también quienes pondrán en alto la dignidad y la entereza para defender a los Pueblos.

¿Cuáles son las perspectivas para  nuestro país, a propósito de todo esto?. Mi opinión aparecerá en la próxima entrega.

 

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